El turismo español tiene en las visitas de extranjeros el único bálsamo en un mediocre 2012. Mientras que la demanda de los clientes españoles -directamente responsable de la mitad del negocio de las empresas del sector- sigue en punto muerto, las llegadas de turistas internacionales baten todos los récords.
Julio de 2012 se ha convertido ya en un mes para la historia del turismo nacional. El mes pasado vinieron más de 7,7 millones de turistas, lo que lo convierte en el mejor registro mensual de la historia con carácter absoluto. En lo que va de verano la industria turística está alcanzando cotas desconocidas: el mejor junio desde que hay registros estadísticos y este mejor julio colocan al sector, salvo catástrofe (más que improbable) en agosto, a las puertas de la mejor temporada alta de todos los tiempos.
Todos los registros de turistas foráneos recibidos vuelven a niveles anteriores a la crisis. Entre enero y julio, España ha recibido 32,86 millones de visitantes, un 3,3% más y lo que lo coloca como el mejor dato en cuatro años, pero que se queda aún por debajo en los mejores años del boom turístico español.
Pese a las grandes cifras de llegadas de extranjeros, el turismo español afronta un 2012 que, como mínimo, será mediocre. E incluso son muchos los que desde el sector temen un ejercicio abiertamente malo y apuntan ya a una vuelta a la recesión. Desde el punto de vista macroeconómico, el turismo de procedencia extranjera es el que más alivia las agotadas cuentas nacionales: el año pasado inyectó un récord de ingresos de 43.026 millones de euros a la balanza de pagos nacional y sin su aportación el déficit habría sido un 77% mayor.
Por otro lado, desde el sector no se oculta la preocupación por el parón en las llegadas de turistas británicos. Reino Unido sigue siendo, con mucho, el gran mercado emisor: aún concentra el 23,4% de las llegadas, pero los casi 7,7 millones de visitantes británicos recibidos desde enero suponen tan solo una mejora del 0,3% en este 2012 de récord. Los otros dos grandes emisores de turistas, Alemania (con el 16,2% del total) y Francia (con el 14,8%), son los que sostienen los buenos datos del ejercicio: las llegadas de alemanes crecen un 6,5% y la de franceses un 4,2%. En paralelo, destaca el fuerte incremento del contingente de visitantes de EEUU, con un aumento del 15,3%, hasta los 1,08 millones de clientes
Sin embargo, las compañías turísticas aún tienen difícil cuadrar sus cuentas cuando el cliente español, que concentra la mitad del negocio total, sigue desaparecido y la demanda nacional encadena ya dos años consecutivos de caídas…